La actriz Fiorella Cayo negó los cargos que le imputa la Policía Nacional. “Yo no fumo y nunca he fumado, ni fumaré. Tampoco estaba hablando por el celular. Tenía una lesión en el dedo desde hace tres semanas y llevaba una férula. Y si hubiera hablado, que no lo hice, mi teléfono tiene speaker (parlante)”, señaló en el programa “Prensa Libre”.

Dijo que toda su trayectoria de vida demuestra cómo es ella. “Soy una persona criada en medio de principios por mi padre que era de la FAP. Además respeto mucho a la Policía y mucho más a la mujer policía. He sido madrina promociones de policías mujeres, pero lamentablemente siempre hay personas que están totalmente equivocadas en cómo llevar su vida”, afirmó.

“Me preocupa que haya tanta irresponsabilidad al haber publicado solo una versión de los hechos y no consultar la otra parte”, añadió Cayo.

“Acababa de salir de trabajar de mi nuevo local de Mega Plaza, eran cerca de las 9:30 de la noche y entonces se me acerca la policía y me pide mis documentos. Le dije ¿Me puede decir buenas noches? ¿Me pude decir cuál es mi infracción? Pero ella insistía en los documentos. En eso se movió un poco, había varios policías y gente que vio todo, hablaba por su celular, y entonces voltee lentamente a la derecha porque quería estacionarme a un costado ya que estaba obstruyendo el tránsito. Ella habrá pensado que me iba a ir y puso el pie seguramente porque no lo sé y de pronto se puso a gritar, se quería meter al carro, quería que le abriera la puerta, puse el seguro automático y se puso a correr y a gritos pedía que le abriera la puerta. Corría hacia el otro lado y trataba de meter la mano por el vidrio entreabierto”, comentó.

“Lo que tiene es una lesión y el pie ligeramente hinchado. No ha sido un atropello para nada. Ella ha interpuesto su pie. Debió pedirme que me estacionara a un costado, pero me intervino en luz roja, algo que es totalmente rarísimo”, señaló la actriz.

“Nunca me pidió que la llevara. Nunca creí que le había pisado el pie, menos si la veía corriendo y porque me quería agredir. Al final se fue con sus amigas y yo me quedé con un policía que después también se fue”, contó.

“Yo tengo un esguince en el dedo y hace tres semanas que estoy con este problema. Si ella se hubiera roto el pie no le hubieran dado solo dos días de descanso”, indicó.

“Al final se llevaron los documentos, nadie sabía quién era la policía, se fueron y me dejaron tirada. Nunca me pusieron alguna infracción y estuve en ese lugar cerca de una hora tratando de buscar una explicación y recuperar mis documentos”, reseñó Cayo.

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